Este artículo es dirigido para todos los que nos dan un espacio para mostrar la danza, en especial, la danza paraguaya. Es vital el aporte que ustedes dan pues complementan la formación del bailarín, pues es el escenario el lugar en donde se muestra su formación, su destreza y su amor por bailar.
Nacido para bailar?
“Cada día en el que no hayamos danzado al menos una vez es un día perdido”
Nietzsche (1970).
Así hablo Zaratustra.
La danza es movimiento. Y un movimiento muy especial ya que requiere de cinco elementos fundamentales, sin las cuales ella no existiría: ritmo, forma, espacio, tiempo, energía. Al igual que la música, es una actividad que se remonta a tiempos prehistóricos cumpliendo y satisfaciendo distintas necesidades. A veces toma forma de ritual o es una forma de comunicación o de cortejo, y es también una manifestación cultural que puede resultar de un proceso creativo y que puede ser creada e interpretada por los profesionales.
Tanto la danza como la música son objeto de estudio de distintas disciplinas. En los últimos años con el desarrollo de las neurociencias comenzaron a ser estudiadas por científicos en este campo. Un nuevo estudio sugiere que los bailarines profesionales nacen por los menos con dos genes que lo distinguen del resto de nosotros y le brindan un don especial para la danza.
Uno de los genes identificados es un transportador de Serotonina, que contribuye e interviene en la experiencia espiritual y los estados alternados de conciencia. El segundo es un receptor de la hormona vasopresina que muchos estudioso sugieren que modula la comunicación humana y los vínculos.
“Las personas nacen para danzar” dice Ebstein.
“Tiene otras genes que contribuyen parcialmente al talento musical: a la coordinación, el sentido del ritmo. Sin embargo, los genes estudiados están mas relacionados con el aspecto emocional de la danza, la necesidad y la habilidad de comunicarse con otros y el lado espiritual que no solo les facilita sentir la música sino también comunicar estos sentimientos a través de la danza.”
Pero no todo está determinado por nuestros genes. El material genético que posee nuestro cuerpo es solo una parte de la complejidad humana y de la multiplicidad de causas que nos determinan. La habilidad y la inteligencia pueden estar en nuestros genes pero el contexto familiar, socio-económico tienen tanta influencia como nuestros genes.
No es solo cuestión de tener los genes correctos sino la motivación, el entrenamiento y la fortuna de nacer en determinadas coordenadas que favorezcan la posibilidad y capacidad de bailar.
NOTA: Podes consultar el articulo de investigación completo de Richard Ebstein y equipo “AVPR1A and SLC6A4 Gene Polymorphisms Are Associated With Creative Dance Performance” en: http://genetics.plosjournals.org