Ante poco más de 1000 personas, la Gala de Ballet del Bicentenario se llevó a cabo en el Gran Teatro del Banco Central del Paraguay (BCP), donde fue presentada la obra Py'a guasu, de Marisol Pecci, ganadora del Concurso de Coreografía del Bicentenario Por amor a la Patria, además de otras instituciones de danza, que llevaron su adhesión a las fiestas por los 200 años de vida independiente del Paraguay.
La Gala comenzó poco después de las 21 del viernes con la presentación de los artistas. La Escuela de Ballet Rossana Paredes, de Encarnación, hizo su aparición en el escenario con el cuadro Canto de Esperanza. La coreografía de Adrián Ávila y Rossana Paredes retrataba la batalla de Acosta Ñu, una composición con alta carga emotiva en la que participaron niños, niñas y adolescentes de esa institución. En un segundo cuadro fue presentada una composición que ambicionaba materializar la pasión y la esperanza por construir un destino mejor para nuestro país.
La musicalización de ambas presentaciones estuvo compuesta por temas como Los niños guerreros y Luchando hasta el final, partes de la cantata Francisco Solano López, Mariscal de América, de Claudio Bustos; Canto de esperanza, de Carlos Noguera; Venceremos, de compositor anónimo y recopilación de María Elena Walsh; y Aquí estamos, del Grupo Sembrador.
El Instituto Municipal de Arte de Asunción (IMA) se presentó con la Fantasía coreográfica, inspiración de María Magdalena Duarte Melgarejo, con composiciones de Florentín Giménez.
La Compañía Juvenil de Danza del Instituto Superior de Bellas Artes entregó al público la puesta denominada KuarahyRenondépe, de Gloria Oviedo. Los temas elegidos para la representación de este cuadro correspondió a composiciones de Víctor Riveros e Ida Talavera de Fracchia, con letras en guaraní, que marcaron una diferencia positiva con la implementación de canciones contemporáneas producidas en suelo paraguayo.
La Compañía de Danza Otra Piel bailó al compás de la propuesta musical de Rolando Chaparro, con el cuadro Una tras otra, en alusión al esfuerzo de la mujer que ayuda a sus semejantes, cuyo lenguaje dancístico enfocaba además el avance y el progreso de la mujer paraguaya en la construcción de su identidad a lo largo de estos dos siglos.
La danza contemporánea cobró fuerza con la presentación de Pay (Despertar), del Ballet Nacional del Paraguay. La recreación del profundo despertar del interior del ser humano a la vida, a la naturaleza y al ambiente que lo rodea, fue aprobada con sendos aplausos a las cuatro bailarinas que desarrollaron la coreografía.
En la propuesta de Paraguarí, coda final del Ballet Tetaguä Sapukái, presentado por el Ballet Clásico y Moderno Municipal, que el público demostró su júbilo al presenciar la coreografía de Miguel Bonnin, con un clásico del repertorio popular paraguayo, en pasos e indumentaria de danza clásica.
Py'a guasu
La Gala fue coronada con la coreografía Py’a guasu, de Marisol Pecci, cuya obra fue la ganadora del Concurso Bicentenario Por amor a la Patria. La propuesta, recreada con música de Guido Cheaib, con letra de Ramón Silva y Sabino Giménez Ortega, tuvo en su staff a María José Dos Santos, Sara Dos Santos, Camila Escobar, Giulianna Cattivelli, Jazmín Royg, Paulina Peña, Sandra Nizzia y Mariela Achón.
"La idea del crecimiento y de la construcción de una sociedad más generosa y avanzada fue el mensaje central de esta presentación, que con elementos de nuestro entorno como sillas de cable representaba la energía creadora, que apilonadas de una manera ordenada dejaba ver que el coraje emergía de su centro para expresar que todo se puede reciclar, lo que conduce a una mejor realización para un futuro mejor" según expresa la autora, en el programa impreso.
La Gala comenzó poco después de las 21 del viernes con la presentación de los artistas. La Escuela de Ballet Rossana Paredes, de Encarnación, hizo su aparición en el escenario con el cuadro Canto de Esperanza. La coreografía de Adrián Ávila y Rossana Paredes retrataba la batalla de Acosta Ñu, una composición con alta carga emotiva en la que participaron niños, niñas y adolescentes de esa institución. En un segundo cuadro fue presentada una composición que ambicionaba materializar la pasión y la esperanza por construir un destino mejor para nuestro país.
La musicalización de ambas presentaciones estuvo compuesta por temas como Los niños guerreros y Luchando hasta el final, partes de la cantata Francisco Solano López, Mariscal de América, de Claudio Bustos; Canto de esperanza, de Carlos Noguera; Venceremos, de compositor anónimo y recopilación de María Elena Walsh; y Aquí estamos, del Grupo Sembrador.
El Instituto Municipal de Arte de Asunción (IMA) se presentó con la Fantasía coreográfica, inspiración de María Magdalena Duarte Melgarejo, con composiciones de Florentín Giménez.
La Compañía Juvenil de Danza del Instituto Superior de Bellas Artes entregó al público la puesta denominada KuarahyRenondépe, de Gloria Oviedo. Los temas elegidos para la representación de este cuadro correspondió a composiciones de Víctor Riveros e Ida Talavera de Fracchia, con letras en guaraní, que marcaron una diferencia positiva con la implementación de canciones contemporáneas producidas en suelo paraguayo.
La Compañía de Danza Otra Piel bailó al compás de la propuesta musical de Rolando Chaparro, con el cuadro Una tras otra, en alusión al esfuerzo de la mujer que ayuda a sus semejantes, cuyo lenguaje dancístico enfocaba además el avance y el progreso de la mujer paraguaya en la construcción de su identidad a lo largo de estos dos siglos.
La danza contemporánea cobró fuerza con la presentación de Pay (Despertar), del Ballet Nacional del Paraguay. La recreación del profundo despertar del interior del ser humano a la vida, a la naturaleza y al ambiente que lo rodea, fue aprobada con sendos aplausos a las cuatro bailarinas que desarrollaron la coreografía.
En la propuesta de Paraguarí, coda final del Ballet Tetaguä Sapukái, presentado por el Ballet Clásico y Moderno Municipal, que el público demostró su júbilo al presenciar la coreografía de Miguel Bonnin, con un clásico del repertorio popular paraguayo, en pasos e indumentaria de danza clásica.
Py'a guasu
La Gala fue coronada con la coreografía Py’a guasu, de Marisol Pecci, cuya obra fue la ganadora del Concurso Bicentenario Por amor a la Patria. La propuesta, recreada con música de Guido Cheaib, con letra de Ramón Silva y Sabino Giménez Ortega, tuvo en su staff a María José Dos Santos, Sara Dos Santos, Camila Escobar, Giulianna Cattivelli, Jazmín Royg, Paulina Peña, Sandra Nizzia y Mariela Achón.
"La idea del crecimiento y de la construcción de una sociedad más generosa y avanzada fue el mensaje central de esta presentación, que con elementos de nuestro entorno como sillas de cable representaba la energía creadora, que apilonadas de una manera ordenada dejaba ver que el coraje emergía de su centro para expresar que todo se puede reciclar, lo que conduce a una mejor realización para un futuro mejor" según expresa la autora, en el programa impreso.